-
El uso de las camillas quiroprácticas modelo GV-II Método Activator ha revolucionado la forma en que los profesionales abordan los tratamientos quiroprácticos. Su diseño específico para el Método Activador garantiza que los terapeutas puedan aplicar esta técnica con la máxima precisión y eficacia. La elección de una camilla adecuada es esencial para garantizar que los pacientes reciban el mejor tratamiento posible, y este modelo en particular se ha convertido en una herramienta indispensable para muchos profesionales Estas camillas quiroprácticas, de osteopatía y fisioterapia, son un testimonio del compromiso con la calidad y la innovación. Están diseñadas y fabricadas en España por IGM Ingeniería, una empresa líder en el sector.
-
La camilla quiropráctica GV-II Flexión distracción automatic permite la configuración con 1, 2, 3 ó 4 drops a elegir por el cliente. Los drops posibles son cervical, dorsal, lumbar y pélvico. Los drops dorsal y lumbar producen un movimiento vertical mientras que el pélvico permite una regulación del ángulo de inclinación positivo. El accionamiento de estos drops se realiza de forma muy cómoda mediante el pie. La activación de los drops se puede hacer en cualquier posición de inclinación del cojín en el caso del drop pélvico. Los drops disponen de pomos de regulación de tensión a ambos lados de la camilla para una mayor comodidad.
-
Las Camillas fisioterapia y osteopatía modelo GV-I Activator ha sido meticulosamente diseñada para adaptarse a las necesidades de pacientes con movilidad reducida, siendo especialmente útil para la aplicación del Método Activador (Activator Chiropractic Method Technique o ACMT). Este innovador modelo destaca por su avanzado sistema de elevación, que funciona a través de un mecanismo de paralelas. Además, cuenta con un actuador eléctrico de alta capacidad de carga, que se activa fácilmente con un solo pedal, simplificando su uso y garantizando eficiencia en cada tratamiento. Pensando en la comodidad y seguridad del paciente, la camilla ha sido equipada con dos actuadores electromecánicos. Estos actuadores facilitan la transición del paciente a una posición horizontal. Lo más impresionante es que todo este proceso se lleva a cabo de manera automática, gracias a un sistema de controladores de última generación. Este sistema no solo garantiza que el paciente alcance una posición horizontal de manera segura, sino que también asegura que el proceso sea silencioso y confiable.